top of page
VBNB_Mesa de trabajo 1.jpg

Porque lo que no se nombra, no existe.

Porque en un mundo que transcurre a velocidades muy altas demandando nuestra atención constante y rodeado de estímulos permanentes, poner la mirada en el mundo interior parece revolucionario.

Porque poner palabras sobre nuestra humanidad no solo permite construir sino transformar; y narrarnos a nosotros mismos hace parte de una necesidad vital que nos da la posibilidad de fabricar nuevas realidades, en especial para narrar lo oculto, lo que duele, o lo que parece estar condenado al silencio.

Porque todos estamos un poco rotos.

Porque a veces es necesario quitarnos las máscaras, la cara de redes sociales, y navegar los oscuros túneles del interior.

Para darle un lugar poético y simbólico a lo que no tiene cabida en un mundo lleno de filtros morales, sociales y lo políticamente correcto.

Para resignificar y transmutar al encontrarnos en las historias de otros, esas que nacen desde lo singular y en lo colectivo se vuelven plural.

Para dar un asomo de luz sobre historias que viven en el aparente olvido.

Para todos los que quieran ser parte, quieran desahogarse y bordar con palabras su mundo interior.

Para quien tenga una tristeza, un vacío, una soledad, un silencio atascado.

Para quien se sienta no escuchado.

Para nosotros, pero también para nuestra historia, individual y colectiva.

Para todas las versiones de lo que es cada uno.

© AnaBanana

bottom of page